El común.

 

1. El primer objetivo, en un ambiente en el que cada cual parece ser que no se preocupa más que de lo propio, tiene que ser auspiciar y potenciar la participación ciudadana a todos los niveles. Esa participación que ahora parece imposible nos ha de obligar a tener reuniones vecinales para conocer las necesidades reales concretas y cercanas y de esa manera dar salida a los problemas y sus soluciones con la opinión de todos.

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2. Nos comprometemos a que todos los plenos del Consistorio, además de ser el ámbito propio de las decisiones municipales, tengan más espacio deliberatorio. De la misma manera trataremos que sean las comisiones informativas y decisorias. Que todas las sesiones sean abiertas y a horas en las que la gente pueda participar y se ha de potenciar y animar la asistencia. Todos se harán públicos a través de la televisión local.

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3. Hemos de conseguir que en la actuación del Ayuntamiento ante la población, desde sus recursos humanos, materiales y económicos, no sea lo más importante sus propias exigencias como institución, sino que por el contrario, con sus responsables y trabajadores, tenga su predisposición en que la atención y el horario, estén dispuestos y pensados para el servicio de la gente en todos los aspectos que se puedan encontrar en el día a día.

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4. Desde la idea de que las instituciones públicas han de ponerse manos a la obra para salvar las circunstancias que se viven en estos tiempos y que afecta en buena medida a la vida de la población, habremos de fomentar nuevas actividades, dilatar la capacidad económica del Ayuntamiento aprovechando todos sus recursos propios, y atendiendo a las necesidades sociales e incentivar todas las iniciativas económicas.

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5. El patrimonio municipal de edificios y terrenos se ha incrementado sin un plan concreto: tener por tener algunas veces consecuencia de la Ley. Pondremos a la venta todos los bienes municipales especulativos o los transformaremos en bienes que de alguna manera sirvan a los vecin@s e incrementaremos el patrimonio municipal desde un punto de vista productivo para crear actividad económica.

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6. Por las razones que están marcadas en la historia de nuestro pueblo, y queriendo seguir el rumbo racional que nunca debió variarse, la propiedad de la tierra que va a ser un elemento estratégico a medio plazo también pasará a ser componente trascendental para asentar el futuro del pueblo. Es necesario, incrementar paulatinamente las robadas de tierra del comunal para garantizar la economía local y ayudar a las personas a ganarse la vida desde su entorno y recursos naturales.

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7. La fuerza del común de todos los vecinos, que se lleva desinflando desde hace años por causa de las leyes que progresivamente le ha quitado capacidad de financiación y competencias y particularmente la desidia de las últimas corporaciones que han gobernado desde una incapacidad manifiesta pensado nada más que en la apariencia, dejando el futuro del pueblo al albur de los tiempos: ha de ser la locomotora del pueblo y sus gentes.

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8.  Reforzando los argumentos para que se abra la financiación municipal desde entes superiores, para que sean atendidas por derecho las necesidades más cercanas y básicas de la población. Entendemos que incluso la necesidad de activar trabajos desde los recursos locales y que crear empleo ha de ser satisfecha. Va a ser necesario gastar en invertir sensatamente en todo lo que sea necesario para el bienestar de los vecinos.

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9. En esta manera de entender la capacidad económica municipal, y la de las actividades que se puedan propiciar, para evitar malas intenciones, estableciendo un procedimiento para que todos los gastos sean públicos y publicitados, se han de abrir a la vista de los vecin@s que se interesen, las cuentas generales del Ayuntamiento y las de las Sociedades recreativas o empresariales que se constituyan y tengan actividad con recursos del común.

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10. Para llenar de verdad el común y activar las capacidades que sin duda existen en el interior y en el alma social del ajuntamiento vecinal, es imprescindible acabar con la parálisis emocional del pueblo que afecta a todas y cada una de sus gentes y que quita valor a cualquier idea, propuesta o esperanza de salir para adelante y hacer de  la institución municipal un órgano fuerte que sirva para algo más que para administrarnos.

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   Ayer  en la tarde, apenas oscurecido, a lo lejos aullaron los lobos sin saber por dónde les llegaba el miedo.

Hoy día primero de marzo hemos celebrado la reunión prevista.

De una manera casi clandestina.

Yendo al encuentro vigilando tras las esquinas.

   La convocamos en la marquesina de la parada del autobús como un señuelo con el que entretener a las hienas en el mediodía. Es muy grave que en una sociedad democrática unos ciudadanos no puedan tener un sitio público en el que reunirse y que lo tenga que hacer en la calle y además parezca tan normal.

   Bien pasado el mediodía nos hemos reagrupado alrededor de la mesa en la que hemos discutido las diez primeras propuestas que tenía y modificado alguna de ellas. Hemos recibido por unas y otras vías más apoyos de los que teníamos algunos de ellos excusando su presencia por esa razón que a nadie se nos oculta.

    La modificaciones han quedado reflejadas en su sitio.

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